Una imagen en mi mente, en blanco y negro. Una mujer recostada en su cama, pudorosamente desnuda. Piernas flexionadas, rodillas juntas. Su marido, a sus pies, rendido a ella. La mujer separa las rodillas y al hacerlo gira la cabeza para apartar la mirada, preparándose para ser amada…
Piernas abiertas… amores, ¿prohibidos?
Amor no; no lo llames amor cuando sabes que lo que quieres decir es otra cosa. Sexo. No confundas las palabras. Las piernas de una mujer también se abren porque desean una polla dura introducida con fuego. Anhelan a un amante… palabra mal utilizada. Anhelan a un follador.
Por eso… abrir las piernas para practicar sexo… No señor, no las abro; me pongo a cuatro patas y te pido que me folles el culo.