Ser la imagen que te acompaña por la noche, justo antes de dormir, cuando te has corrido gimiendo mi nombre. Tu verga en tu mano, como si fuera la mía…
Ser el sueño que te acompaña cuando te despiertas, totalmente erecto, por las sensaciones que te han recorrido mientras dormías…
Quiero ser esa… tu vicio.
Tu vicio, tu obsesión, tu agonía. Esa en la que te enterrarías todas las noches, pelvis con pelvis, sudor con sudor. Quiero consumirte más allá de las palabras, quiero que me sientas como yo me siento tuya.
Perviérteme, por favor.
Que te duela mi lejanía, eso quiero. Que me sientas en tu cama, eso anhelo. Que te mueras por comérmelo… que me muera por sentirlo. Que tus dedos sean mis dedos…
Y muere conmigo cada noche, resurge de tus cenizas consumidas cada día. Yo las elevaré al cielo, para que prendan de mi piel y me secuestren los sentidos… esos que me colapsas con cada corrida.
Quiero ser esa mujer.