Estoy inquieta.
Me remuevo en la silla del trabajo, sin poder evitarlo. Hoy… por fin sucede. Hoy… estoy cachonda.
¡Cuántos días sin mojarme al ver una puñetera foto! ¡Cuántos días pensando en sexo, sin sentir nada! Y llegas de repente tú, y haces saltar todas las alarmas. Mi cuerpo se estremece como si fuera una colegiala, y es que al fin y al cabo… hace tanto que no siento nada…
Te pienso, te imagino, te sueño. Me entran ganas de llevar mis dedos a mi entrepierna dibujando tu imagen en mi mente, sonriendo para mí mientras me miras masturbarme… para ti. Me entran ganas de jugar con mis pliegues, y sacarme fotos para que luego puedas recordar y tocarte tú cuando más te plazca.
Servirte de inspiración en tus noches calientes, o en tus tranquilas mañanas de erección eterna…
Cachonda por fin…
Gracias al cielo vuelo a sentir algo. Noto la tela del pantalón húmeda, y soy capaz de olerme. Salida… así me encuentro. Así me ven mis compañeros… ruborizada. Deseando tenerte en mi boca… pero sobre todo, en mi coño vacío. ¡Dios! ¡Cómo te necesito hoy! Dentro, muy dentro… Clavado hasta el fondo, presionando sin retirarte. Sintiendo tu peso sobre mi cuerpo, sintiendo tu pelvis abrasar la mía.
Sí… Te necesito dentro, muy dentro. Tu boca presionando la mía, tu cuerpo anclando mi cuerpo a la cama. No poder respirar… y no necesitarlo tampoco. Delicioso malestar en el fondo del vientre, donde siento tu ausencia y donde crece ahora un fuego que se apagará solo cuando desparrames tu simiente.
Cierro los ojos y por fin me quema la carne. Mi corazón anda desbocado, y lo disfruto como antes. Demasiado tiempo sin estar verdaderamente… inquieta. Necesitando un macho que cubra mis más íntimas necesidades. Que me montes, que me cubras, que me empales. Ser usada hasta el más íntimo fin de la palabra. Necesito que quieras ser mi macho. Que olfatees mi llamada, que mis pezones erectos y mis piernas abiertas te exciten, que mi boca hambrienta atraiga a la tuya… y a tu polla.
Pero hoy… por mucho que desee lamerte, juguetear y entregarme a tus vicios…
Hoy…
Necesito ser follada.
Mi coño te reclama, mi humedad te ansía, mi calor quiere consumirte. Y consumirme.
Necesito tu polla enterrada en mis carnes, como hembra en celo; correrme nada más sentirte entrar, duro y decidido como macho encabritado.
Ya luego decidiremos si me follas la boca.
Ahora fóllame el coño… y haz que me corra…