Este es Octavio, mi novio. O mi ex. O mi amante. La verdad es que es una de las cosas que me tienen llorando por las esquinas. Hasta hace un mes era una mujer felizmente atada a un hombre que era un amor. Deportista -a la vista está- buen amante -lo juro de verdad, nunca había disfrutado tanto en la cama- y muy atento.
Nos iba bien mientras que no supe que yo era la otra. Ahora, al parecer, soy su amante. Tiene novia desde hace unos años, o eso me ha confesado. Yo, desde que soy consciente de ello, me debato entre la necesidad de perdonarlo y luchar por él -ya que estoy perdidamente enamorada- o de sacarlo de mi vida para siempre. Pero eso es más fácil decirlo que hacerlo.
De él sé que su padre falleció y que tiene una madre enferma, una hermana y varios sobrinos a los que no conozco. Sí, lo sé, es una locura que después de un año no conozca a nadie de su familia, ni haya estado en su casa, ni en su trabajo… Pero, como digo estaba enamorada -y lo estoy, ¡joder!- y me dejé llevar por las circunstancias, posponiendo cosas mientras me llenaba la cabeza de mentiras. Ahora no sé qué es real de nuestra relación -o no relación, que he roto con él- pero no consigo quitármelo de la cabeza.
Lo sé… soy estúpida por seguir enamorada de un hombre así.
¿Quieres conocer a Octavio?
Te está esperando en la trilogía La Otra.