Buenos días, pervers@.
Pues empecé a contestar esta entrevista y al leerla no me reconocí. Así que, después de hacer yoga para encontrarme a mí misma -vale, después de un orgasmo, que mentirte a estas alturas seguro que hace que sospeches, pervers@- pude responder a sus preguntas siendo la mujer que soy.
O siendo un personaje descarado en Dragaria.
Espero que la disfrutes, pervers@.
Besos perversos.