Jovanka

Magela Gracia Personajes Perversos de Sex Club del Demonio, Sex Club del Demonio Comenta

Iba a dejar que Jovanka se presentara sola, pero me gusta más hacerlo a mi manera. Sí, ya te lo has imaginado. Soy yo, MUA. ¿Cómo iba a ser de otro modo? Si Magela me ha contratado como narrador, ¿cómo iba a dejar pasar la oportunidad de presentar a los personajes también aquí?

Pues eso, que ya sabemos que no me gusta trabajar pero esto no lo considero trabajo. Placer, diría yo.

Da mucho gustito…

Vamos allá con la dulce y extraña Jovanka, ¿te parece?

Esta chica es todo un galimatías, siempre debatiéndose entre el quiero y no puedo. O entre el quiero y no me dejan. Cosas de la familia, ya lo entenderás.

La conozco desde que tiene uso de razón. Antes, de bebé, no me parecía lo suficientemente interesante como para prestarle atención, pero fue creciendo, fue haciendo cosas y luego luchando contra ellas y… ¡vaya! Que se convirtió en un personaje complejo al cual no se debía perder de vista. De familia gitana aunque criada en España, debiera haber sido una joven libre gracias a las leyes. Pero, cosas de la tradición, su familia no estaba dispuesta a saltarse las normas que habían regido sus destinos desde tiempos inmemoriales. Así que… ¡prometida con catorce añitos! ¿Y después? Bueno, un «eso no se puede hacer» desde los Servicios Sociales, un «vamos a aplazarlo» desde la familia… Que ya se sabe. Jovanka no se crió de forma normal, normal como se entendería a día de hoy en un país desarrollado, con las libertades de las mujeres (¿eso para qué sirve?) iguales a las de los hombres y esas movidas. Tras un par de problemillas de nada, una violación de por medio y verse en la calle tras quedarse embarazada, (¡cuánto estrés!) un coche deportivo casi la mata y ahí podría decirse que comienza su vida. O su nueva vida, que ya tenía un par de experiencias intensas a sus espaldas.

Normal que me fijara en ella.

Normal que lo hiciera también… mi demonio.

¿O quizá se la puse yo delante?

Una chica que siempre había querido ser libre pero que no se atrevía a contradecir a sus padres de pronto se encuentra en manos del hombre más despiadado de la ciudad. Vale, que no era un hombre. Vale, que hay seres quizá más despiadados que mi Ángel en Madrid…

No, eso creo que no.

Pues si quieres conocer la historia de Jovanka estoy dispuesto a contártela desde el principio. O, mejor dicho, desde su principio interesante. ¿Quieres ver a los humanos como yo los veo? No tengas miedo, solo te pediré tu alma a cambio…

 

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