Destilado ardiente que me abrasa la garganta como me abrasan tus labios al probarlo de mis labios. Líquido puro y cristalino que a través de su prisma en el vaso desdibuja tu imagen para recomponerla a mi antojo cuando la embriaguez abandone mis venas. Compañero de penurias cuando una polla falta, que me ayuda a imaginarla ensartada en mis entrañas…
Déjame lamer la sal de tu sudor para acompañarlo, de la parte de tu cuerpo que prefieras… que el limón ya lo podré yo… con la acidez de mi entrepierna.