Archivos de categoría: Cosas que escribo mientras espero en los semáforos
Cinturón
Mis labios marcaron una lasciva sonrisa mientras te observaba desabrochar los botones de los puños de la camisa, y le dabas varias vueltas para apartar la tela de las muñecas. Acto seguido sacaste el cinturón de sus presillas, con un fuerte tirón que me dejó sin aliento. Me quedé prendada …
Restaurante
– Te presento el restaurante donde quiero que cenes todas las noches… Y desayunes todas las mañanas-, dijo ella, separando las piernas… ¿Te ha gustado este relato? Apúntate a mi lista de correo para que no te pierdas nunca ninguno. Te mandaré un relato inédito de regalo. * Campos requeridos: …
A oscuras
Las llamas de las velas se apagaron con el aire que se escapó de los jadeos de mi boca, y me dejaron a oscuras mientras me consumía en el placer que provocaba su carne al entrar en la mía. ¿Te ha gustado este relato? Apúntate a mi lista de correo …
Zapatos de tacón
¿Dónde dices que quedaron tus zapatos de tacón? Tus pies me cuentan que te cansaste de llevarlos, tras el peso de los años y los tobillos torcidos. Desilusiones pasadas, amores resquebrajados. Ellos, un triste día de otoño, me confesaron que los arrojaste contra la puerta que se cerró al escaparse …
Vasos de cristal
De canción en canción
Recuerdo mi infancia rodeada de una canción, o dos, de Serrat. En verdad fueron todas sus canciones, porque mi madre simplemente lo adoraba. Se declaraba una enamorada de ese hombre, al que yo le veía demasiadas arrugas y bastante poco pelo. Pero allí estaba ella, tarareando sus letras, diciendo que …
Tu nombre en el esparadrapo
¿Dónde andas?
¿Dónde andas? Me has restado la vista, pero huelo tu sudor salado. Me has bajado los párpados, pero te escucho gemir con voz ronca. Me has tapado los ojos, pero siento el calor de tu piel rodeando mi cuerpo. ¿Dónde estás? No te ocultes… No me dejes con las ganas …
Masticando piedras
Y, de pronto, el sabor de la comida perdió toda importancia. Podía estar masticando piedras que no me habría dado cuenta. Tal vez se cayó la cuchara al suelo, o ni me planteé que fue un tenedor lo que quizás hizo ese sonido tan característico al rebotar contra el marmol …