Recordar que dormí entre tus brazos.
Sentir tu piel pegada a mi espalda antes de recordar siquiera que anoche me dormí entre tus brazos. Eso es lo bueno que tiene despertar los sábados… ¿Te ha gustado este relato? Apúntate a mi lista de correo para que no te pierdas nunca ninguno. Te mandaré un relato inédito …