Te despiertas con sensación de vértigo, algo mareado. Está oscuro, y solo puedes distinguir un haz de luz donde supones que hay una puerta, colándose bajo ella. No escuchas nada. Al intentar incorporarte de das cuenta de que estás encadenado a una cama muy grande, con esposas en los tobillos y muñecas, de esas que vienen forradas en peluche, (por …