– Te dije que valía la pena verla. – Y acertaste. Vaya si acertaste, pienso, mientras me vuelvo a recostar en la silla de madera y enea al lado del escenario para prestar la máxima atención a esas notas que las uñas del guitarrista le están arrancando a las cuerdas. Otro músico, sobre una caja, golpea de forma rítmica y …