Estoy inquieta. Me remuevo en la silla del trabajo, sin poder evitarlo. Hoy… por fin sucede. Hoy… estoy cachonda. ¡Cuántos días sin mojarme al ver una puñetera foto! ¡Cuántos días pensando en sexo, sin sentir nada! Y llegas de repente tú, y haces saltar todas las alarmas. Mi cuerpo se estremece como si fuera una colegiala, y es que al …