Mírame a los ojos y quémate en sus llamas. Estoy prendida de deseo, encelada. Estoy llena y vacía. Liviana. Loca y cuerda… Pero sobre todo… excitada… Mira como cruzo las piernas. Desea tocarlas; allí quiero tus manos, allí necesito tus dedos, en la unión de los muslos con las nalgas, donde la curva se vuelve deseo y el deseo prende …