De mujeres fáciles y actrices porno

¿Hace falta ser una mujer fácil para disfrutar del sexo? ¿Le hace falta a un hombre una actriz porno en la cama?

¿Cómo se transforma lo cotidiano en morbo?

No me vale que a estas alturas me digan que eso es signo de una mente enferma. O, peor aún, que lo que pasa es que tengo falta de sexo. Esa fue una de las últimas charlas que me dieron. “Si estás todo el día escribiendo sobre sexo es que tienes que tener una vida sexual muy pobre.”

Patético.

Primero, porque entender que el morbo es un estilo de vida y no una enfermedad, es algo que ayudaría a eliminar tanto estrés y mala leche.

Segundo, porque creer que una mujer solamente puede tener pajarillos en la cabeza, y mariposas en el estómago, cuando de pensar en un hombre se trata, es querer reducirnos a un estereotipo que pasó a la historia con nuestras abuelas.

Tengo amigos que me dicen que ojalá todas las mujeres fueran como yo. ¡Y una porra! No hacen falta más mujeres como yo, porque ya somos muchas. Simplemente nos hacen falta hombres que quieran darnos la confianza para poder comportarnos como nos apetece, sin ser juzgadas ni encasilladas con burdos comentarios sexistas.

¿Acaso se piensa un hombre que yo me he comportado igual con todos mis amantes?

No.

Igualmente, ellos no se comportan con la misma soltura con algunas mujeres.

¿Cuál es la diferencia?

Para mí, sin duda, hay dos fundamentales. Una es la confianza. Y otra, el morbo…

Y de morbo va este apartado.

¿Qué es lo que hace morbosa una situación?

Nosotros…

Así que si te cansaste de ser mujer encasillada por los tíos en el papel de mujer fácil, este es tu sitio. Y si te cansaste de ser hombre que pensaba que las mujeres morbosas eran las que aparecían en las películas porno, bienvenido.

¡Permítete fantasear!

Sueña… y disfruta.

Vive el morbo.

No te quedes con las ganas.