Dímelo

magela Otros Relatos Eróticos 8 Comments

Lo maldigo… ¡Dios! ¡Cómo lo maldigo! Me llegan las ganas de correrme… y el muy hijo de puta cambia el ritmo, no sé si para impedírmelo o es tan egoísta que ni siquiera se da cuenta de lo que hace. Estoy terriblemente excitada, muy cabreada… y dolida. Tengo ganas de llorar, pero pueden más las ganas de pedirle que por …