Peldaños malvados… Verlos ahora relucientes tras ser limpiados a la carrera. La escalera de mi perdición, la bandida que me tendió la emboscada cuando ya creía que estaba a salvo en mi propia casa. Tu predisposición a la variante, tu firmeza y estabilidad… ¡Y qué fría eres, mil veces maldita! Dejarme la inocencia en ti, en vez de en una …