Que el ímpetu de tu cuerpo me haga perder el equilibro. Que la ducha pierda todo sentido. Que mi mano deje huella al no poder apoyarse en tus carnes. Que tu palma me marque allí donde se posa, mientras las gotas de agua se llevan nuestro gemidos. Que mis dedos no encuentren donde aferrarse… más que en la mampara que …