– Te prometo, Dios mío, que si me haces salir de ésta dejo de meterme tanta mierda por la nariz. Allí estaba yo, tratando de respirar mientras los polvos de talco caían sobre mi cara como si de pronto hubiera empezado a llover de forma torrencial dentro de la amplia sala. Al principio estornudé, pero a medida que fue entrando …
Limpiar el polvo
¡A la mierda la mierda! ¡A la mierda el polvo! Así de decidida, tras veinte años sin querer que entrara nadie en casa, se muestra aquella mañana. A la mierda la falta de tiempo y a la mierda la vergüenza. Alguien tenía que encargarse de limpiar lo que a ella hacía mucho se le escapaba. No le había hecho nunca …