¡Qué lío!
Esto me pasa por ponerme en manos de un fotógrafo como Javier Strieme, torturador nato y muy malvado a la hora de elegir las posturas en las que poso. Y, sobre todo, el frío que he pasado haciéndolo. Tengo agujetas hasta en los pelos de la nuca, porque a este hombre le gusta verme la espalda arqueada, y eso me pasa factura -que ya tengo una edad-. Y es que llevamos dos sesiones de fotos, ¡y ni un chupito de tequila!
¡Ya me las cobraré, Javier!
Y, por cierto. Gracias también a María. Sus ojos para el diseño de las poses han sido de una gran ayuda. A ella sí me la voy a llevar un día de copas, para quitarnos el frío del cuerpo. Más frío yo que ella, pero es que ella se lo trae ya de casa.
También tengo problemas con mi publicista, Pavel del Pozo, que se empeña en que elija la imagen que tenga más gancho. Y, a estas alturas, no tengo claro si soy capaz de verle el gancho a una foto o si tengo ganas de darle yo un gancho a él directo al estómago! Pero es que, cada vez que le pregunto por una foto, me dice que haría tal o cual pose, que vendría bien que hiciera tal o cual toma… ¡En fin! Que tenía que haber retrasado la salida del libro para verano, y así sacar las fotos en la playa, y no encerrada en casa, con la calefacción puesta.
¡También me las cobraré, Pavel!
Gracias a Dios no tengo problemas con Alexis, un amigo de toda la vida que me ha prestado uno de los palacetes que tiene en Santa Brígida, rehabilitado por él, y que ha servido de escenario para muchas de las fotos que aún no os he presentado. ¡Tiempo al tiempo, no seas impaciente, que Javier aún está procesando las fotos. A Alexis le debo una cena por hacerme la cesión de la casa. ¡Y porque me apetece, qué demonios! Que amigos que animen a una casi todos los días a seguir adelante se encuentran pocos.
Gracias, Alexis. Contigo no me meto, que no me molestas.
Preciosa casa, por cierto. Espero que te guste en las fotos cuando la veas.
Después tenemos a mi pareja, Marcos, que viene a todas partes conmigo para colocarme en las diferentes posturas, o ponerme de pie cuando mis piernas ya no me sostienen tras estar tanto rato con algún miembro torcido. Él disfruta igual que Javier viéndome despatarrada y arqueada, pero no me lo dice porque sabe que si no, cuando me enfade, acabará durmiendo en el sofá. También trabaja en la edición de la portada, en la lluvia de ideas para ella, y posando en un par de fotos que hemos hecho también estos días. ¡Chicas, esas manos son un tesoro!
Pero también me las voy a cobrar. ¡Me debes un masaje!
Tenemos a Elena dando ideas para la portada, haciendo que sea más moderna, menos anodina, más vistosa. Me ha dado un par de ideas que están muy interesantes, espero que luego el equipo técnico de esta empresa sea capaz de llevarlo a cabo.
Elena, me debes un almuerzo tú a mí, que te estás leyendo el libro gratis para ir dando ideas.
Y por último, pero no menos importante, tenemos a Raquel. Es la autora de la portada de Una Mancha en la Cama, y a ella irán las fotos cuando lo tengamos todo preparado y con las ideas claras. Es una maestra aa la hora de transformar una fotografía en una portada. Aún no la tengo trabajando, pero en cuanto tengamos las fotos hará MAGIA. ¡Raquel, la que te espera!
Y gracias a todos los que habéis opinado sobre las fotos que he ido subiendo a las redes sociales, para decidirnos por la foto más acertada en vez de usar Pito, pito, colorito… jejeje. Que es otro método, pero parece menos serio.
Besos perversos a todos, y espero que os guste el resultado.