La noche más larga

magela Diario, La Pluma de Magela Gracia, Microrelatos Comenta

No quiero cerrar los ojos.

Son las tres de la mañana y me estoy agotada. Siento que me abandonan las fuerzas tras las duras horas de parto, pero lo único que me resta es la espera. Si me quedo dormida su vida habrá acabado en un suspiro.

En un pestañeo de mis párpados, en un tiempo que no podré recordar luego…

No quiero quedarme dormida porque son los únicos minutos que le quedan a ella. Si no los vivo será como si mi hija no hubiera existido, como si fuera el pasaje de un mal sueño que hizo que engordara durante nueve meses para conducirme a la cruel realidad de su vacío. Y quiero recordarla, aunque a penas viera su carita un instante antes de perderla. No podría soportar el hecho de no estar al menos consciente en sus únicos momentos de vida.

Me han dicho que no hay nada que hacer por ella…

Por eso escribo ahora, a las tres de la mañana, cuando la cuidad duerme y la planta está en calma salvo por las constantes llamadas de teléfono que arrancan gritos de mi garganta en la soledad de mi cama, pensando que en una de ellas llegará el aviso que anuncie el fatal desenlace.

Por eso escribo ahora, esperando que sea mi noche más larga, y que la mañana traiga esa esperanza que todo el mundo se ha empeñado en arrebatarme. Mi noche más larga… porque es la única que le han pronosticado.

Lloraré luego.

Tal vez, incluso, muera de llanto.

De lo que estoy segura es que me volveré loca escuchando sonar el puto teléfono.

Ahora no puedo permitirme las lágrimas. Si lo hago ahora sé que emborronaré las palabras, y son las únicas que me acompañan mientras me falta su cuerpo pegado a mi piel… mientras su vida, en otra parte del hospital, se me escapa.

Estas páginas de diario han de perdurar conmigo junto con mi amargura, recordándome mi noche más larga, esa a la que con uñas rotas me aferro. Páginas con las que intentar encontrar la cordura cada vez que amanezca un nuevo día, recordándome que mi pequeña me ha abandonado.

Al salir el sol, maldito y odiado por siempre a partir de mañana, encontraré un momento para derramar mis lágrimas.

¿Te ha gustado este relato? Apúntate a mi lista de correo para que no te pierdas nunca ninguno.

Te mandaré un relato inédito de regalo.

* Campos requeridos:



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *