Siendo pequeña, una tarde le faltó la cera amarilla para colorear el sol. Tenía ante sí una cuartilla doblada en dos, con una casita de tejado a dos aguas y una enorme chimenea coronando la cima de una colina. Hierba verde salpicada de florecillas, algo que parecía un perro cerca del camino que llevaba a la casa, y un charco …
Aferrarte la mano.
Tenía los pechos llenos de leche. Salí corriendo del hospital, tras dos noches sin tocar la acera de la calle. Llevaba todo ese tiempo sin dormir, sentada al lado de mi padre, con su mano entrelazada en la mía y la vista clavada en sus ojos cerrados. Me empeñaba en contar sus respiraciones, cada vez con más segundos entre la …
La noche más larga
No quiero cerrar los ojos. Son las tres de la mañana y me estoy agotada. Siento que me abandonan las fuerzas tras las duras horas de parto, pero lo único que me resta es la espera. Si me quedo dormida su vida habrá acabado en un suspiro. En un pestañeo de mis párpados, en un tiempo que no podré recordar …
Palabras
No dice ni una palabra. Anda perdida, y no sólo porque no sepa dónde está. Su mente hace mucho tiempo que dejó de acompañarla en el camino por el que avanzan sus pasos, pero aún no es una certeza porque nunca he podido comprobarlo. En sus anteriores visitas se las ha arreglado para burlar los tests, aunque creo que hoy …
Y ya tengo hasta canas…
De pie, tras la alumna, intento concentrarme en lo que está haciendo. Es la primera vez que ponen una estudiante a mi cargo, y lo cierto es que me ha impuesto algo de respeto. “Un poco no, no seas mentirosa. Te has asustado”. Y me he sentido vieja… Si el ánimo fuera otro probablemente me habría sentido henchida de orgullo …