¿Por qué lo hice? Ahora, mirándote a los ojos, con el cuerpo rígido y la sonrisa huida de los labios, no logro recordar qué me llevó a hacerlo. Ahora todo tiene mucho menos sentido, y me pongo a pensar si alguna vez lo tuvo. O fue simplemente por despecho… ¿Por qué se hacen las cosas? He de reconocer que en …
No esperes erotismo…
Yo escribo pornografía.
Lectores
Acabo de llegar a la terminal del aeropuerto. Los lectores me esperan al otro lado de las puertas de cristal automatizadas. Llevo poco equipaje, lo imprescindible para pasar dos noches en una ciudad nueva. Pero tal vez demasiado debido a las circunstancias. Y las circunstancias son que no tengo ni puñetera idea de lo que voy a hacer este fin …
Escaparse a la playa
La historia de mi escapada a la playa comienza como empezaría cualquier película mala, de esas que ponen a las tres de la mañana para rellenar el espacio muerto entre la teletienda… y más teletienda: En la barra de un bar. ¿Qué hacía yo allí? Emborracharme. Día pésimo, semana pésima… Creo que podía decir, también, que el peor mes de …
Cojines
Escuchar ciertas letras, a veces, consuelan. En esta ocasión sonaba una de mis favoritas de Sabina, de esas que había convertido en himno para ayudarme a levantar por la mañana. Apoyado en los cojines dejaba que me hiciera sentir la letra. No sé si en ese momento me consolaba… pero igualmente me hacía falta. Porque me costaba recordarme ciertas cosas …
El que nunca repite
Eso me pasaba por ser «el que nunca repite» – ¿Cómo dices que te llamabas? ¡Plash! El bofetón llegó demasiado rápido, pero en cierto modo sabía que me lo merecía, y no hubiera intentado esquivarlo. Dolía, pero sobre todo por el mal sabor de boca que dejaba. Y no precisamente por la sangre. Decepción cruda en los ojos de ella. …
Visitándote
Entrar a hurtadillas en tu dormitorio, como entra la brisa por la ventana en las frescas noches de verano… Visitándote. Ver tu piel desnuda, y dibujada la débil silueta de la sábana a los pies de la cama. Nunca te despiertas cuando te observo dormir. Tu respiración es tranquila, y tu rostro sereno. No sueñas, no te inquietas. Nunca te …
Cuando no salen las palabras…
Haz algo… no seas orgullosa. ¡Haz algo! Tengo la garganta seca. Quiero hablar, en serio que quiero hacerlo, pero no consigo articular las palabras. En mi mente resuenan claras, tranquilas y serenas. Mi voz se escucha sensual, envolvente, completamente capaz de convencer a cualquier hombre… Pero quiero convencer a éste. “No te vayas.” Pero no salen. Las jodidas palabras no …
Tras la pared de tu cuarto
Otra vez te siento cerca, pervertido mío. Andas pegado a la pared. Otra vez puedo casi olerte… Sé que me escuchas, que me espías a través de las paredes, y que te follas a tu novia pensando en que me lo haces a mí. Lo sé porque me lo has dicho, cada vez que me arrinconas en el ascensor de …
Cuernos
Te la está pegando… y sin embargo sigues mirando como se la folla. Miras como te pone los cuernos. ¿Masoquismo? No llegas a comprender exactamente por qué lo haces. Pero allí sigues, mirando desde la puerta, sabiendo que las sombras te amparan y protegen… Eso, y lo muy cachondos que andan esos dos, mezclando sus cuerpos entre jadeos y sudor. …
Condiciones
– Sí, ya veo que a partir de ahora puede que nos entendamos… Mi cuerpo se estremeció con esas palabras. Al fin y al cabo, llevaba más de una hora en aquella postura, desnuda, y la cabeza agachada sin poder mirar al frente. Y nadie podría decir que no tenía ganas de levantarla y echar un vistazo a los dos …