Ella lo miró de reojo. Él le devolvió la mirada, deliciosamente perversa. Ella dejó escapar el aire en un sonoro suspiro, y él la hizo volver a cogerlo cuando le puso una mano sobre los labios humedecidos. Ella cerró los ojos, y él le arrebató el aliento en un apasionado beso.
Aeropuerto
Cada paso que dio en sentido opuesto no sólo alejó su cuerpo. Sentí que lo perdía aunque no había un Adiós previo. Simplemente ese tranquilo «hasta luego» que me dejó amargura en la boca; solamente un beso y un «te quiero» que golpeó la boca del estómago. Su espalda de pronto; su cabeza ladeada luego; una mano agitada en lontananza. …
Las sombras de tu cara
Siempre nos parábamos bajo la misma farola. De forja negra, oxidada en algunos puntos, con uno de los cuatro cristales hecho añicos por alguna piedra malintencionada… Conocía las sombras que dibujaba en tu rostro, y tú conocías bien las que dibujaba en el mío. Aprendimos a seguir los senderos de esas luces y sombras con la yema de los dedos, …