Era todas las princesas de sus cuentos de hadas, buscando a su príncipe, y no encajaba en ninguna de ellas. Las páginas habían dejado su huella en la piel, pero por más que se había disfrazado con sus palabras al final volvía a ser siempre la misma mujer. Había sido la bella durmiente que fingió dormir cuando su novio vino …