Era todas las princesas de sus cuentos de hadas, buscando a su príncipe, y no encajaba en ninguna de ellas. Las páginas habían dejado su huella en la piel, pero por más que se había disfrazado con sus palabras al final volvía a ser siempre la misma mujer. Había sido la bella durmiente que fingió dormir cuando su novio vino …
Gime… que te observo.
Gime. Se revuelve en la cama y sigue gimiendo. Me atrevo a pensar que son mis manos las que la tienen en ese estado, aunque supongo que entre tantos vecinos soy el único en el que no ha reparado. Gime y la boca se abre para exhalar un suspiro, y sus dientes blancos se perfilan a la vez que se …