De canción en canción

magela Cosas que escribo mientras espero en el semáforo, La Pluma de Magela Gracia, Microrelatos 1 Comment

Recuerdo mi infancia rodeada de una canción, o dos, de Serrat. En verdad fueron todas sus canciones, porque mi madre simplemente lo adoraba. Se declaraba una enamorada de ese hombre, al que yo le veía demasiadas arrugas y bastante poco pelo. Pero allí estaba ella, tarareando sus letras, diciendo que de pequeña tuvo mucha mejor voz de la que tenía en ese momento. Yo, que supongo que debía padecer el mismo mal que mi madre y tenía un timbre muy bonito de niña, la acompañaba cantando lo que me iba aprendiendo de Serrat.

Recuerdo haberle cogido cariño a un vinilo en el que el cantautor vengaba la destrucción de un cine llamado Roxy. Durante meses escuché la canción y la convertí en una pequeña obra de teatro que tenía ganas de dirigir en una función para el colegio. Me imaginé haciendo todos los decorados en cartón y papel de embalar, y me vi llevando un trasatlántico atravesando el hall de la sucursal 33 del banco central. Lo tenía pensado al milímetro cada vez que empezaban los primeros acordes de su pegadiza melodía…

Pero tras esa canción, en el disco, sonaba Llegar a viejo, y mis lágrimas se derramaban quitándome las ganas de dedicarle mi obra maestra a Serrat. Con sus palabras «si el ayer no se olvidase tan deprisa…» yo miraba a mi madre y ella me decía que estaba vieja, y que ojalá no llegara a vivir lo que  cantaba ese hombre desde el tocadiscos. Me enfadé con Serrat por dedicarle una canción a mi madre, en la que se escudaba ella para desear desaparecer pronto de este mundo. Me enfadé con mi madre por decir que era la canción más bonita del disco Bienaventurados, y me enfadé con los vinilos, porque no podía parar la canción que yo quería llevar al teatro antes de que empezara a sonar Llegar a Viejo.

Nunca representamos Los fantasmas del Roxy en el colegio, porque yo, cada vez que lo intentaba, me echaba a llorar…

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Comments 1

  1. Pal

    Soy de la generación del medio? Si el hermano ese tan deseado fuera mi historia, el hermano sería Serrat. Tiene de hermano y de amante este tipo. Claro, lo prefiero con pelo y lo prefiero con patillas. Igual que a ti, me cantó la infancia y cuando conocí el mediterráneo -soy del pacífico sur- tuve que cantarle la canción. Es mi ritual, cada vez que lo veo le canto y es Serrat y la infancia -que es una teleserie venezolana, aunque yo sea chilena- y me imagino que mis cenizas iran a parar allá. Fin.
    Me gusta como escribes todo.
    Ah! y esto abajo, juajajajaaaa…me encanta, soy discalcúlica!

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