Dormita a mi lado, tras la batalla, amante mío. Mereces el descanso del luchador agotado, y mi cuerpo caliente desea dártelo. Duerme tranquilo, que yo velaré tu sueño, y observaré las facciones de tu rostro hasta que el alba decida despertarte. En darte la vida nuevamente, con las fuerzas recuperadas, se afanará mi boca con los primeros rayos. Estira tu …
Mentirosa
Deja que ahora te mienta… lo necesito. Mi cuerpo me pide otra cosa, pero mi mente no le va a dar tregua. Te voy a mentir, que lo sepas, y decirte que no siento nada al pensarte… O tal vez te diga todo lo contrario, y te diga que te amo. ¿Quién sabe? Soy mala. Te miento siempre, o tal …
Mi porteño
Mírame a los ojos y quémate en sus llamas. Estoy prendida de deseo, encelada. Estoy llena y vacía. Liviana. Loca y cuerda… Pero sobre todo… excitada… Mira como cruzo las piernas. Desea tocarlas; allí quiero tus manos, allí necesito tus dedos, en la unión de los muslos con las nalgas, donde la curva se vuelve deseo y el deseo prende …
Tú, mi amante; yo, la tuya…
Y cuando las luces se apaguen y sienta tus labios sobre mi piel caliente gemiré… lo sé. Lo he hecho tantas veces… Desearé escucharte susurrarme cosas obscenas, desearé que me soples allí donde necesito tus caricias. Soñaré con sentir el surcar de tus dedos por mis pliegues hasta localizar los puntos que reclaman tus atenciones con mi súbita agonía. Moriré… …
Tu querida…
Rozar tu piel apenas con la yema del dedo… y sentir que se aleja tu espalda. Un suspiro mío… uno tuyo… No me dejas acercarme, no me dejas alejarme. ¡Maldito seas mil veces por convertir mi vida en el juego loco en el que se ha transformado! Desearte y no poder siquiera imaginar cómo sería estar, por un solo minuto, …
Donde tus deseos me lleven
Morirme entre tus dedos, que arañando la cordura, me invitan al desmayo. Morirme entre tus labios que me deleitan con el hambre de un buen amante, atento y entregado. Rendirme por la necesidad de rendirme, sin importar las consecuencias. Caer en la inconsciencia del abandono del propio cuerpo, desear perder la piel a tiras bajo tu hechizo maldito… Arquearse mi …
Una cama vacía
Darse la vuelta en la cama, en la inmensa cama de matrimonio, y no encontrar nada… Así, tantas noches; así, tantas madrugadas… Las sábanas enredadas en mis piernas como único vestido de noche. Dormir desnuda por costumbre, arrimada al calor del cuerpo del ser amado. Se me hace extraño que haya llegado la frialdad del invierno y torture la tranquilidad …
Me has descubierto
Hoy, amor… hoy has descubierto mi alma. Después de tantos años, después de soñarlo tanto. Te has asomado al abismo que nos separaba, has entendido que mi mente estaba atormentada. Hoy me has mirado a los ojos y me has preguntado. Y yo he asentido… Dices que me puse colorada. Hoy me has empezado a ver como yo me veo. …
Fundirme…
Aliento contenido, temblar de miembros. La exquisitez de saberse dueña de la saliva que ahora recorre mi piel, al menos en ese único instante, en el que tus labios adoran los pliegues, las montañas, los valles… Mi cuerpo rendido al tuyo, mis ojos cerrados, entregada. Deleitarme con mis propios gemidos, regalándome a mí misma los sonidos que despiertan los placeres …
Te deseo…
Ojalá pudiera abrazarte fuerte para quitarte esa inseguridad tan aplastante que siento en tus palabras. Ojalá mis labios se pudieran fundir con los tuyos para que respiraras el aliento que exhalo. Ojalá poder poner la mano allí donde late tu rabia y sentirte fuego y brasas. Ojalá… Ojalá… Desesperado te siento, amante mío… Tuya la ansiedad que hago mía, tuyo …