Mi media naranja

magela Cartas de mi Puta, Cartas de mi Puta y Otros Cuentos Eróticos Comenta

Llevaba casi cinco años sin verlo. Alto, apuesto, elegante… Lo recordaba tal y como lo veía ahora, con ese cabello revuelto como si fuera efecto de la brisa que ahora nos acariciaba la piel a ambos. Pero ambos sabíamos que estaba así porque le encantaba pasarse la mano por los cabellos, revolverlos, provocarme con ello. Y a mí me encantaba …