– ¿Pero tú has visto lo buenos que están los dos jodidos seguritas de la puerta? Claro que los había visto… ¡Como para no verlos! Cachas de gimnasio, de esos tíos que deben pasarse horas delante del espejo haciendo posturitas y diciéndose a ellos mismos lo cojonudos que son. Creídos, salidos, viciosos… Del tipo de tío fácil que le gusta …
El cuarto oscuro
Tu entrada se abre a mí como la oscura cueva que eres… – Niñata, ya lo sabía… No tienes sino lengua en esa boquita presumida. Me tiemblan las piernas… La negrura es tan profunda que me da miedo. Tu voz sale de dentro, pero mis pies siguen anclados al suelo sosteniendo las copas de tus dos amigos. La mía está …
La guitarra que me enceló…
– Te dije que valía la pena verla. – Y acertaste. Vaya si acertaste, pienso, mientras me vuelvo a recostar en la silla de madera y enea al lado del escenario para prestar la máxima atención a esas notas que las uñas del guitarrista le están arrancando a las cuerdas. Otro músico, sobre una caja, golpea de forma rítmica y …
Una buena puta
– ¡Eres una cerda!- te dice tu madre, después de que te sorprendiera con la cabeza de tu novio enterrada entre las piernas.- No te tienes ni un poco de respeto. Y tanto que sí te lo tienes. Si no, no estarías dejándote comer el coño por la mejor lengua del instituto. El culo más prieto… y la polla más cachonda. …
Cam
Es un deslizar de dedos por un cuello perlado en sudor que lleva un collar de cuentas negras solo para tus ojos… los que miran al otro lado de la pantalla. Es un abrir sutil de la boca para dejar ver la lengua mojada acariciar el interior de los labios, esos que no hablan porque para eso están mis manos. …
La tortura de la puta
Mis cuatro extremidades apoyadas sobre el cobertor de la cama… Dos rodillas separadas, dos palmas de manos casi entumecidas a tu lado. Medias delicadas, tacones aun puestos. Y la cabeza de la putilla que me has traído metida en mi entrepierna. Su lengua me recorre el coño desde hace… ¡Dios! He llegado a perder la cuenta. No tengo reloj, las …
La vecinita de las bragas blancas
Sé que me miras… Cada noche de cada puto día… Ahí sales, a vigilarme. ¡Cómo me gusta! Peinarme a estas horas tan inadecuadas para ti… elegir ropa casual… mis braguitas de algodón y una camiseta de licra… Ropa blanca que se distingue mejor en la oscuridad. Mi terraza en el ático de mi edificio, más debajo de la terraza de …
Bola 8
Partida de bola 8, te llevo tres de ventaja. No te lo puedes creer. Cuando la bola ha entrado en la tronera tras dos toques de banda el sudor te ha corrido por la espalda. – Eres una hija de puta.- me dices, agarrando tu taco y estrujándolo contra el suelo como si fuera una colilla en el cenicero.- Tú …
Follar con tus recuerdos
¿Te follaba así? ¿Se ponía sobre ti y te cabalgaba sin descanso, como yo ahora? Me restriego contra tu vientre, te mojo, te reviento las pelotas contra los muslos y mi culo prieto. Me encanta que pienses en ella cuando me follas, me encanta que pienses que somos más en la cama… Me pone cachonda su presencia. Tu polla me …
Amor, mírame mientras me folla.
Y ahí estás… dejándote que te taladre el culo el vecino… ¡Qué poco le costó dejarse convencer de que yo estaba borracho y no me iba a enterar de la follada! ¡Como se nota lo salido que estaba! Cuando te miraba en la fiesta, lascivo, creyendo que yo no observaba… ¡Y qué buena guarra eres tú, que te dejas follar …