¿Cómo te atreves? Se me ha erizado la piel, me han ardido las entrañas… En el sexo no todo vale. ¿Te excitas así? ¡Cojonudo! Pero no vuelvas a llamarme. Mis ansias por verte antes han tornado a náuseas reales… Joder… No. No me sale. Tus perversiones son las mías, tus fantasías son el fiel reflejo de mi alma castigada. No. …
El calientaplatos
– Por quinientos pavos hago lo que quieras… Eso no lo vuelvo a decir en la vida. Lo juro. No vuelvo a decir algo semejante. ¡Fuerte cagada! Tumbada en la mesa del restaurante, completamente desnuda, intentando no moverme para no tirar la obra de arte del chef a la basura… Sobre todo comida cruda en mi cuerpo, crudités de verduras …
¡Qué lo intenten!
¡Qué pena me dan las otras! ¿Compararse a mí? Ridículo. Nadie en su sano juicio puede pretender darte lo que yo te ofrezco sobre mi cuerpo bañado en sudor tras disfrutar mis múltiples orgasmos. Esos orgasmos que alimentas y avivas cada noche con tus palabras eternas, que se clavan en los recovecos de mi sexo y lo dejan eternamente marcado …
¡Córrete!
¡Córrete! Déjame ver tus espasmos al llegarte el orgasmo. Riégame con esa leche caliente la boca, la cara, las tetas. Échamela por encima, restriégamela con tus dedos. Úntame con tu olor las partes que quieras. Dámela a probar de tus yemas. ¡Córrete! Menéatela con fuerza. Déjame ver como laten tus venas en ese trozo de carne compacto que sale de …
Noche con diamantes
No te puedes creer lo que llevo puesto cuando entro en la joyería. De verdad, estás acostumbrado a verme vestir provocativa, pero esto se pasa ya de todos los límites. Lo describirías más bien con ir desvestida… Tu polla reacciona inmediatamente y ya ruge a los diez segundo en tu bragueta, con una punzada palpitante y dolorosa que te la …
Abandonarse a tu polla
Tu verga en mi sexo… ¿Cómo ha llegado ahí? ¿Cómo me abandoné tanto a tus manos que ahora estoy ensartada en ese mástil duro contra la pared de tu casa? Gimo y no sé cómo ha sido… Jadeo y no recuerdo lo ocurrido. Solo sé que me arde la entrepierna, que tu carne latente me tiene loca y plena, suspendida …
El bicho
Adaptar las caderas a sus formas sinuosas y duras… brillantes y frías. Las piernas pegadas al metal enfundadas en medias, las nalgas al cuero del sillín sin nada entre ellos… Manos en el manillar, aferrándolo como si fuera una parte de tu anatomía. Sentirse sexy es más que una actitud, después de todo. No mirar a cámara. Ojos caídos contra …
Mis braguitas
Mis braguitas son blancas de encaje. Se ajustan a mi ingle con ribetes bordados, marcando mi vulva con total descaro. A la cadera apenas hay hilos que la sujeten a mi cuerpo. Fina prenda que enmarca mis nalgas redondas y prietas. Mis braguitas son de blonda negra. En realidad es un tanga que se escabulle en mi entrepierna y me …
Vicio
Ser la imagen que te acompaña por la noche, justo antes de dormir, cuando te has corrido gimiendo mi nombre. Tu verga en tu mano, como si fuera la mía… Ser el sueño que te acompaña cuando te despiertas, totalmente erecto, por las sensaciones que te han recorrido mientras dormías… Ser la cara que le pones a la que te …
Perdón…
Hoy me siento débil, perdida, confusa. Hoy mi cuerpo no es el mío. Desmadejado, dolorido y resentido… Imagino el tuyo, impotente ante mi recuerdo; mi alma te ha hecho daño… por suerte mi cuerpo no la ha seguido. Aun así duele. A mí también me quema por dentro. Sufro porque conozco el sabor de tu piel y lo anhelo. Porque …