Tres mojitos más tarde, ya no me importaba que mis amigas hicieran burlas sobre mi ligue de aquella noche. ¿Qué más daba si era más bien feote? La cosa era que al fin me había apetecido chupársela a alguien después de tantos meses, y eso me regocijaba enormemente. Salida de chicas, de esas que se consiguen hacer sólo dos al …
Cálidas noches de verano…
Arena cálida bajo los pies, calentando las plantas. Eso solo pasa en verano. Cogerla en la mano y dejar que se escurra entre los dedos, mientras la ves como se aleja con gracia arrastrada por la brisa marina… Recordarte… Noches de playa, con ropa ligera y calor en la piel. Tu brazo rodando mis hombros, justo antes de hacerme la …
Mirarme y sentirme menos…
No debiera ser así, pero me siento menos. Me miro al espejo, pasando las manos por el abdomen; abultado, por los meses de embarazo. Me siento menos y lo odio, por más que mi cuerpo se ha amoldado bastante bien a los cambios, y aunque mi preñez es más que evidente, sigo teniendo unas curvas muy deseables. O eso creía… …
Plantada
Ya llega otra vez tarde… Otra vez plantada. No quiero mirar el puñetero reloj. No pienso desquiciarme nuevamente. Aquí, al lado de esta puta cabina de teléfono, porque el móvil se ha quedado al fin sin batería, llevo ya un buen rato pasando frío con el minivestido de criada. Debí imaginarlo cuando elegí el disfraz, era obvio que otra vez …
Tu piel, mi fetiche
El perfecto acoplamiento entre los cuerpos, donde solo se distingue el inicio de uno con el término del otro por el color de la piel, me deja completamente perturbada. Me pediste que mirara, y eso hago. Y ahora no sé cuánto podré resistir sin sucumbir al deseo de unirme a completar el cuadro. Amigo perverso… no me vuelvas a pedir …
Obsesión
Sí. Le miro el culo. ¿Y qué? No me he propasado en ningún momento con ella. No puedo entender que mi jefa tome cartas en el asunto, como ella dice, por tener ojos en la cara. ¡Hombre, por Dios! ¡Que solo le he mirado el culo! Si es que al final no va a poder uno apreciar las bondades del …
Terapia
Del cuello y del pelo. Ahora mismo no recuerdo si de algún sitio más… Porque aunque me sentía completamente inmovilizada no recuerdo las manos sujetas, o las piernas atadas. Sí, es cierto que las piernas no podían servirme de mucho cuando lo tenía encajado entre ellas, y sus caderas bombeaban con frenético ritmo, follándome para conseguir correrse lo antes …
Preséntate…
– ¿Enamorada yo?- pregunto, con cara de ilusa, mientras cepillo mis cabellos rizados frente al espejo-. ¿Qué dices, tía? ¿Cómo voy a estar enamorada, si sólo nos vemos para follar? Me encanta mi aspecto juvenil. Nadie diría que tengo la edad que tengo. Y a nadie le importa, en verdad. Ninguno de los tíos con los que últimamente me veo …
Sacrificios
“Sí, putilla. Sigue moviéndote así… Sigue haciendo maravillas en mi polla. Lame, zorrita. Que se note que tienes ganas…” Poco importa si los gemidos que levantan mi verga son fingidos. Poco importa si tu mirada de deseo no es tal, y si la humedad de tu entrepierna es provocada por algún lubricante que antes te has colocado. Al fin y …
Dímelo
Lo maldigo… ¡Dios! ¡Cómo lo maldigo! Me llegan las ganas de correrme… y el muy hijo de puta cambia el ritmo, no sé si para impedírmelo o es tan egoísta que ni siquiera se da cuenta de lo que hace. Estoy terriblemente excitada, muy cabreada… y dolida. Tengo ganas de llorar, pero pueden más las ganas de pedirle que por …