Mis dedos estaban moviéndose frenéticamente sobre mis pliegues, entrando y saliendo del coño, arrancando jadeos y estremecimientos a mi cuerpo… No me quitabas ojo de encima, y lo disfrutabas como si fuera tu polla la que recorriera mi entrepierna. Babeabas con mis carnes expuestas, con la boca abierta y la polla tiesa sin encontrar consuelo. Y yo jadeaba… Para endurecerte, …
No esperes erotismo…
Yo escribo pornografía.
Cuando el sexo duele…
– ¡Ummmm! Se me escapó ese gemido, leve susurro contra la piel del brazo. Lo había colocado para amortiguar cualquier sonido, pero me di cuenta tarde que sería inútil intentarlo. Mi boca quería expresarse, y mi cuerpo no se lo iba a impedir. Necesitaba hablarte. Además, sé que a ti te gustaba que me expresara. Que gritara, sobre todo que …
Canción de despedida.
Se apagan las luces en el fondo y se enciende mi foco. Suelo pulcramente pulido, incluso resbaladizo, sostiene mi cuerpo a punto de derrumbarse. Estrellitas doradas haciendo figuras irregulares corretean por mis pies y suben por el vestido de terciopelo negro, que se desparrama ocultando los tacones que nunca debí ponerme para esta actuación. Me tiemblan los tobillos… Empieza la …
Metal contra metal
No es lo mismo esperarlo… que sentirlo. Avisarte ha sido parte del plan; te lo habría dicho aunque no me hubieras preguntado. Tenerte expectante, sintiendo el sonido de las esposas a cada movimiento en tu trabajo ha sido la guinda perfecta para tu calenturienta perversión. Esperabas verme entrar en tu despacho con ellas guardadas en el bolso, ¿no? Lo que …
¡Atame!
Gemí… gemí y jadeo. Por dos motivos… Uno es que estaba excitada. Sin duda alguna, me tenías la entrepierna completamente mojada. Los labios de la vulva estaban hinchados y enrojecidos, y eso que apenas si habías tenido tiempo de centrarte en ellos… Aun… El otro motivo, que habías tenido que forcejear conmigo a base de bien para poder tenerme como …
Restregarme en tu cama
Ando perfecta… No me busques fallos. Hoy, ciertamente, no vas a poder mirarme con malos ojos y decirme que es un riesgo. Te he cogido desprevenido, nada tienes que hacer ante lo que te he preparado. Ningún descuido. Nada… Me miras de arriba a abajo, asombrado. No estamos hablando de haber cuidado la ropa, que lo he hecho. Jamás volverás …
El saber estar…
Mi cara de sorpresa con tu respuesta, tus ojos ilusionados a la espera de la mía. Un guiño, una sonrisa, un asentimiento. Un compromiso… tu regalo. Decididamente organizar toda esta parafernalia para ofrecerte lo que quieras pedirme por tu onomástica tal vez me fuera a salir tremendamente caro. Una caída de los párpados al hacerte el ofrecimiento mientras la música …
La tabernera
¿Cómo había empezado todo? Ni lo recordaba bien, y tal vez ni debiera recordarlo. Tenía en la lengua la sensación del alcohol de la noche y el dolor de cabeza, pero no podía asociar las imágenes de forma concreta. Tampoco podía saber cómo había llegado hasta la calle… aunque lo intuía. En mi mano, solo la nota de papel que …
Lamentos…
¡Pero por qué habré sido tan estúpida! Me corren las lágrimas por las mejillas de miedo e impotencia; me como las uñas a rente, como nunca había hecho, de la ansiedad tan grande que me atenaza el pecho; simplemente, como resumen muy vago, podría decir que me siento morir… Me odio por tonta, me odio por pasional, me odio por …
Mírame bailar…
¡Mírame bailar! Y sufre… Aquí arriba soy la reina. Deséame y muere por mis huesos. No volverás a tocarme, eso me lo he prometido. ¿Has creído que porque una vez me dejé seducir va a tenerme disponible? Imbécil… Sufre… sí. Siente tu erección y muérete de ganas. No volverás a enterrar tu polla entre mis piernas, no volverás a disfrutar …