Siendo pequeña, una tarde le faltó la cera amarilla para colorear el sol. Tenía ante sí una cuartilla doblada en dos, con una casita de tejado a dos aguas y una enorme chimenea coronando la cima de una colina. Hierba verde salpicada de florecillas, algo que parecía un perro cerca del camino que llevaba a la casa, y un charco …
El color favorito… y el número de la suerte.
Se empeñaba en comprar tulipanes aún sabiendo que no era su flor favorita. Alguien le había dicho de pequeña que tenía que elegir una, al igual que u número de la suerte, o el color que más le gustaba. Tal vez se lo dijeron cuando todavía era demasiado pequeña, y ella se lo había tomado al pie de la letra. …