Aliento contenido, temblar de miembros. La exquisitez de saberse dueña de la saliva que ahora recorre mi piel, al menos en ese único instante, en el que tus labios adoran los pliegues, las montañas, los valles… Mi cuerpo rendido al tuyo, mis ojos cerrados, entregada. Deleitarme con mis propios gemidos, regalándome a mí misma los sonidos que despiertan los placeres …
Te deseo…
Ojalá pudiera abrazarte fuerte para quitarte esa inseguridad tan aplastante que siento en tus palabras. Ojalá mis labios se pudieran fundir con los tuyos para que respiraras el aliento que exhalo. Ojalá poder poner la mano allí donde late tu rabia y sentirte fuego y brasas. Ojalá… Ojalá… Desesperado te siento, amante mío… Tuya la ansiedad que hago mía, tuyo …
Sentirte otra vez
Hubo un tiempo en mi vida en que separaba las piernas y los hombres acudían… Sí, en manada acudían. No sé si me olían, no sé si la vista de mis carnes prietas les excitaba, imagino que el sonido de mi voz llamándoles también ayudaba… En ese tiempo disfruté de sus sexos tanto como pude, tanto como me ofrecieron. Fui …
Alarmas
– ¿Pero tú has visto lo buenos que están los dos jodidos seguritas de la puerta? Claro que los había visto… ¡Como para no verlos! Cachas de gimnasio, de esos tíos que deben pasarse horas delante del espejo haciendo posturitas y diciéndose a ellos mismos lo cojonudos que son. Creídos, salidos, viciosos… Del tipo de tío fácil que le gusta …
El cuarto oscuro
Tu entrada se abre a mí como la oscura cueva que eres… – Niñata, ya lo sabía… No tienes sino lengua en esa boquita presumida. Me tiemblan las piernas… La negrura es tan profunda que me da miedo. Tu voz sale de dentro, pero mis pies siguen anclados al suelo sosteniendo las copas de tus dos amigos. La mía está …
La guitarra que me enceló…
– Te dije que valía la pena verla. – Y acertaste. Vaya si acertaste, pienso, mientras me vuelvo a recostar en la silla de madera y enea al lado del escenario para prestar la máxima atención a esas notas que las uñas del guitarrista le están arrancando a las cuerdas. Otro músico, sobre una caja, golpea de forma rítmica y …
Una buena puta
– ¡Eres una cerda!- te dice tu madre, después de que te sorprendiera con la cabeza de tu novio enterrada entre las piernas.- No te tienes ni un poco de respeto. Y tanto que sí te lo tienes. Si no, no estarías dejándote comer el coño por la mejor lengua del instituto. El culo más prieto… y la polla más cachonda. …
Cam
Es un deslizar de dedos por un cuello perlado en sudor que lleva un collar de cuentas negras solo para tus ojos… los que miran al otro lado de la pantalla. Es un abrir sutil de la boca para dejar ver la lengua mojada acariciar el interior de los labios, esos que no hablan porque para eso están mis manos. …
La tortura de la puta
Mis cuatro extremidades apoyadas sobre el cobertor de la cama… Dos rodillas separadas, dos palmas de manos casi entumecidas a tu lado. Medias delicadas, tacones aun puestos. Y la cabeza de la putilla que me has traído metida en mi entrepierna. Su lengua me recorre el coño desde hace… ¡Dios! He llegado a perder la cuenta. No tengo reloj, las …
Mi bebida… ¿Todavía no lo sabes?
Destilado ardiente que me abrasa la garganta como me abrasan tus labios al probarlo de mis labios. Líquido puro y cristalino que a través de su prisma en el vaso desdibuja tu imagen para recomponerla a mi antojo cuando la embriaguez abandone mis venas. Compañero de penurias cuando una polla falta, que me ayuda a imaginarla ensartada en mis entrañas… …