Puedo olerte… Llevaba meses pasando delante de su puesto, sin atreverme a decir absolutamente nada. Imaginé que su fino oído lograría discriminarme entre una persona y otra, aunque no le llegara hasta el punto de saber quién era yo si no me veía. Sabía que era pretencioso y una locura, pero era mi fantasía. El hecho de que fuera capaz …
La Maldita Muñeca
Que sí, que la nieve es muy bonita. Que lo de pararse a ver cómo nieva cuando estás en la ventana de casa, con un buen libro y un chocolate caliente esperándote en tu taza favorita es una imagen de postal para las redes sociales. Pero a mí, hoy, que he tenido que salir corriendo de mi piso, sin la …
El Fantasma de la Ópera
Vale. Sé que es una locura, pero no me puedo resistir. No sé si es producto de la cantidad de azúcar que he ingerido mientras vigilaba al grupo de niños que acompaño esta noche, a los tres chupitos de tequila que me bebí para darme valor y salir con estas pintas a la calle, o si simplemente esa media máscara …
Olores en piel ajena
¿Tu piel aún no lo entiende? Has hecho cincuenta y cuatro veces la maleta… y te la he deshecho cincuenta y cuatro. ¿No te dice eso algo… a estas alturas? No, tu piel no lo entiende. Me gusta deshacer tus maletas… Sé que tratas de borrarme todas las noches, cuando no regreso a casa de madrugada, mientras lloras y mojas las …
El boleto
– ¡Dios! ¿Y qué voy a hacer con todo este dinero? Iba caminando por la acera, con el boleto de lotería en la mano, sin darme cuenta de que la gente tenía que ir apartándose de mi camino. No prestaba atención a la gente que tenía delante, ni a la que dejaba detrás y que se volvía para mirar cómo …
Confesar un fetiche: Infidelidad
El primer paso para afrontar un problema es reconocer que lo tienes. Yo, que de un tiempo a esta parte tengo la extraña virtud de atraer a personas que me los cuentan, me encontré el otro día con una mujer que se dispuso a hablarme del suyo. Sin pelos en la lengua, y con dos tazas de café entre nosotras, …
Foie para cenar
Toda la mañana comiendo chocolate. Y no foie… Acababa de abrir mi segunda tableta cuando sonó el teléfono. Era una buena amiga mía, preocupada porque no había dado señales de vida desde el viernes por la noche. Y ya era martes… La despaché rápido, mucho más de lo que merecía tras estar desaparecida cuatro días sin contestar a sus mensajes. …
Urgencias
En vez de estar arropadita en la cama, me había dado por querer pasar la noche en urgencias. Demasiado excitante para pedirle que parara… aunque sabía que debía hacerlo. Sentada a los pies de la camilla, con las piernas colgando por la altura, trataba de contener la respiración. Y él, con voz aterciopelada y exigente, me pedía que me relajara …
Despedida
Despedida para la compañera que nunca más trabajará con el grupo. En el turno de noche se hacen las cosas de forma un poquito… extrañas. ¿Quién felicita a una enfermera llenándola de povidona yodada de arriba abajo, mojándola entera con agua fría o tirándole un bote entero de colonia en el cabello completamente empapado? Lo peor, que lo hagan lanzándote …
Reencuentro
¿Cómo habíamos acabado todos allí? La reunión para el reencuentro iban a ser un par de horas tranquilas cenando algo y rememorando anécdotas. La maldita camarera nos había tenido que echar algo en las bebidas. Yo nunca había perdido la cabeza de aquella manera. Y mira que había tenido malas noches en mi vida… Mirando a la cara a mis compañeros …