Te despiertas con sensación de vértigo, algo mareado. Está oscuro, y solo puedes distinguir un haz de luz donde supones que hay una puerta, colándose bajo ella. No escuchas nada. Al intentar incorporarte de das cuenta de que estás encadenado a una cama muy grande, con esposas en los tobillos y muñecas, de esas que vienen forradas en peluche, (por …
La amante maravillosa
La arena está muy caliente, el sol reluce en un cielo azul inmenso en el que no destaca ni una sola nube. Varias cometas de vivos colores recorren una pista invisible de corrientes de aire, atadas a sus cordeles que evitan que escapen. Giran y giran cerca de arbustos de finas hojas, acostumbrados a la sequía. A lo lejos se …
Excitantes imprudencias
Acercarme a ti estando aun con el sudor pegado a la piel, las mejillas coloradas por el ejercicio, el cabello alborotado… La camiseta naranja empapada en sudor, pegada a mis pechos, con los pezones erectos por el frío de la noche… ¿Me quieres besar? ¿No te importa que te vean los compañeros del gimnasio? ¿Te arriesgarías a un divorcio de …
Sexo para hacer el trabajo… más llevadero
-¿De verdad piensas desperdiciar esto? Me quedo muda. Mis ojos no consiguen apartarse de la visión que se les ofrece. Imposible… De pie, recortada la silueta de mi compañero de trabajo bajo el dintel de la puerta, desde el baño hasta el dormitorio que compartimos en las guardias, vislumbro su cuerpo desnudo. Un cuerpo atlético, blanco por la falta de …
Pecados
Olor a incienso… rezos de fondo. Luz tenue del titilar de las velas. Me persigno al entrar en la iglesia; frente, corazón, hombro izquierdo, hombro derecho… Boca… Aspiro el aroma de mis dedos. Olor a sexo; a tu polla, a mi coño. Me mojo sin darme cuenta. Se me calienta la entrepierna y me late la zona enrojecida y extasiada. …
Hay que tener mal sexo para saber apreciar el bueno
Peldaños malvados… Verlos ahora relucientes tras ser limpiados a la carrera. La escalera de mi perdición, la bandida que me tendió la emboscada cuando ya creía que estaba a salvo en mi propia casa. Tu predisposición a la variante, tu firmeza y estabilidad… ¡Y qué fría eres, mil veces maldita! Dejarme la inocencia en ti, en vez de en una …
Hay que ir más al circo…
Acabo de terminar de cepillar a uno de los caballos. El espectáculo circense ha salido bien, pero no perfecto. Me has despistado tú, entre todos los asistentes del público, con tu mirada traviesa y tus labios carnosos. Sentado entre las primeras filas, podía verte e incluso imaginar tu olor al pasar por el albero haciendo mis piruetas sobre los caballos. …
¿Has averiguado ya cuál es mi coño?
Imagina cuatro tobillos recubiertos de encaje negro. Cuatro tacones, cuatro pantorrillas… Imagina que esas piernas están dobladas sobre el cobertor de tu cama, cuatro rodillas apuntando al techo, cuatro rodillas separadas… Cuatro piernas enseñándotelo todo. Miras desde los pies de la cama esos muslos bronceados… Bueno, no nos engañemos. No es eso lo que estás mirando, ¿verdad? Dos coños para …
Dejarse amar por el agua
El agua cae sobre mis cabellos llenos de espuma, con olor a bergamota y almizcle. El olor del sexo, de la mujer en celo. Las puntas resbalan por mi cuello y mi frente, y el vapor del agua caliente acaricia toda mi piel. Los cristales de la mampara se han empañado, y el calor se condensa en el interior del …
Desnudarme…
Te miro desde mi silla, dejando que la música comience a llenar mi cabeza, a embargar mis sentidos. Velas a mi espalda, tequila por el suelo… sexo en el ambiente. Uno, dos, tres… uno a uno los botones de mi blusa van desabrochándose entre mis dedos, dejando al descubierto más pedazos de mi piel caliente y perlada de purpurina dorada. …