La mente se me llena de venganza. Y la boca… Y aquí me tienes, indecisa. Hijo de puta, ¡me has convertido en algo que nunca pensé llegar a ser! Indecisa no es la palabra… ciertamente. Tentada a seguir, reticente apenas. No es indecisión. Soy la putilla que quisiste sacar de mis entrañas, y ahora no sabe si pasar a mayores. …
Tu piel, mi fetiche
El perfecto acoplamiento entre los cuerpos, donde solo se distingue el inicio de uno con el término del otro por el color de la piel, me deja completamente perturbada. Me pediste que mirara, y eso hago. Y ahora no sé cuánto podré resistir sin sucumbir al deseo de unirme a completar el cuadro. Amigo perverso… no me vuelvas a pedir …
¡Hasta los cojones!
Mirarte mientras te ligabas a otra… Decepcionante. Infiel. No hay otra palabra que te describa tanto. Infiel, infiel mil veces. Que deseabas a otras ya lo imaginaba, pero verte acariciar su piel tersa mientras le susurrabas vete tú a saber qué cosas para mí fue demasiado. Verte empalmar, saberte excitado, sentirte vibrar con su tacto… Te odié tanto… Y te …
Obsesión
Sí. Le miro el culo. ¿Y qué? No me he propasado en ningún momento con ella. No puedo entender que mi jefa tome cartas en el asunto, como ella dice, por tener ojos en la cara. ¡Hombre, por Dios! ¡Que solo le he mirado el culo! Si es que al final no va a poder uno apreciar las bondades del …
Destrózalo… es tuyo.
Tuyo… Míralo. Deséalo. Tómalo. Es tuyo. Sí que me gustaría que lo lubricaras, que lo lamieras profundamente, para luego sentir como deslizas cada centímetro de tu larga verga en mi culo. Sentirme llena, sentirme plena y empalada. Sólo tuyo. Que me agarraras de los cabellos con una mano para obligarme a moverme sobre tu polla una y otra vez, a …
¡Cómo lo necesitaba!
Estoy inquieta. Me remuevo en la silla del trabajo, sin poder evitarlo. Hoy… por fin sucede. Hoy… estoy cachonda. ¡Cuántos días sin mojarme al ver una puñetera foto! ¡Cuántos días pensando en sexo, sin sentir nada! Y llegas de repente tú, y haces saltar todas las alarmas. Mi cuerpo se estremece como si fuera una colegiala, y es que al …
Terapia
Del cuello y del pelo. Ahora mismo no recuerdo si de algún sitio más… Porque aunque me sentía completamente inmovilizada no recuerdo las manos sujetas, o las piernas atadas. Sí, es cierto que las piernas no podían servirme de mucho cuando lo tenía encajado entre ellas, y sus caderas bombeaban con frenético ritmo, follándome para conseguir correrse lo antes …
No pienso describirme
Estoy hasta las narices de ir a intentar excitarme leyendo y encontrarme con moñadas del tipo: Hola, me llamo Marisa, y voy a describirme para que te hagas una idea… Yo no quiero que te hagas una idea de como soy. Quiero que me imagines como te salga de los cojones. Sí, así de claro. Da igual que sea atractiva …
La Olvidada
Me siento olvidada. ¿Me recuerdas? ¿Recuerdas el sabor de mis labios, la calidez de mi piel, o el olor de mi pelo? ¿Recuerdas el sonido de mi voz, susurrándote palabras obscenas al oído, o el tacto de mi mano aferrada a tu verga tiesa? ¿Me recuerdas? Hace tantas lunas que no visitas mi cama que empiezo a ponerlo en duda. …
Soy Deseo
Soy deseo, lo sé. Así me siento… Me gusta que me desees y que mueras por enterrarte en mis carnes, húmedas ante tu recuerdo. Tus instintos más básicos se encienden cuando me encuentro cerca, o simplemente muy lejos. Y saberme, aun así, deseada… estremece la piel que se arquea al compás de sinuosos movimientos. Danza de sexo. Caderas bamboleantes, dedos …