Segunda parte. La polla en la que nunca debí fijarme Por suerte no había dejado que mi enamoramiento fugaz e infantil por Víctor me obsesionara en el instituto. <<Salvo en el “incidente”. No obvies ese momento, que fuiste muy patética.>> Terminé el instituto, Víctor se alejó de casa para disfrutar del verano y todo quedó en eso, …
Capítulo 1
Primera parte. La polla que vivía en mi casa Odiaba los viernes. ¿A quién no le pasa? Los fines de semana se hacían largos y tediosos en mi casa. Debía de ser la única chica en el primer curso de mi facultad —o de cualquiera de ellas, ya puestos— que no deseaba que llegara el viernes. Al …
Prólogo
Sonó nuevamente el despertador. Hacía sólo cinco minutos que lo había apagado, pero imagino que no debí hacerlo muy bien porque volví a escucharlo con la insistencia de hacía un rato. O, tal vez, me había equivocado al presionar la función “Snooze” en vez de la que desconectaba la alarma hasta el día siguiente. Fuera como fuere me irritó lo …
Víctor
El dueño de mis sueños. El dueño de mis pesadillas. El hombre que me hace avergonzar cada vez que me descubro espiándolo en la ducha, cada vez que me masturbo pensando en él… cada vez que pierdo la cabeza por los celos pensando en las mujeres a las que se folla. Sí, no consigo quitármelo de la cabeza. Es, por …
7 de Septiembre de 2008
Esto va de mal en peor. Yo pensaba que el inicio de las clases haría que al pasar más tiempo fuera de casa la cosa se relajara pero no va a ser el caso. Mi madre ha empezado también a trabajar en una panadería y ahora cuando llega a casa está tan cansada que lo único que quiere es silencio. …
5 de Septiembre de 2008
Hace una semana que Víctor y yo compartimos baño. ¡Baño! En la vida había tenido que esperar para bañarme o usar el wc. Es más, ¡en la vida había tenido que cerrar la puerta para hacer ambas cosas! Esto es absurdo. La casa en demasiado pequeña para que de pronto viva alguien más en ella. He escuchado a mi madre …
28 de Agosto de 2008
Me permito iniciar este diario a estas horas tan malas de la noche –ya madrugada- porque realmente es el único momento de paz que he tenido en todo el día. Ha sido un día muy raro. Ha llegado por fin Víctor, con casi una semana de retraso. De primeras sus padres y los míos habían acordado que debía llegar el …