Contar hasta diez para no pensar en que viste su carita por última vez esta mañana. Por no llorar. Por no irte dejando un reflejo amargo que se quede grabado en el gesto y que después vea cuando te encuentre en el suelo, tirada… Porque sabes que no vivirás para contar hasta veinte. El tiempo se acaba y veinte queda …
Suspira
Suspira por lo que sientes. Suspira por lo que te provoco. Suspira porque me deseas. Suspira porque te hago estremecer… Suspiro porque ardo. Suspiro porque me cautivan tus manos. Suspiro porque estoy desesperada por aferrarme a lo que escondes en tu bragueta. Suspiro porque sólo cuando estás entre mis piernas soy feliz…
Conducir
-¿Hacia dónde vamos? Sonrisa pícara en mis labios. Sonrisa perversa en los tuyos. -¿Cuánta gasolina nos queda? Miro el salpicadero, y paso los dedos sobre el cuero que rodea el gps. -Siempre se puede parar a repostar… Desabrocho un botón de la blusa y hago lo mismo con el del pantalón vaquero. -Pues conduce por la carretera que te deje …
Ya
Ya me iba a la cama, pero me quedé con ganas de ti. Ya quería calentar las sábanas, pero sabía que su olor no me dejarían dormir. Ya quería descansar mis huesos, pero me faltaban los tuyos para hacerme gemir… Mi cama es el lugar más inhóspito que conozco… cuando la ocupo sin ti.
Perdiendo sangre
¿A dónde habrá ido a parar la sangre que mi piel no siente calentándola? Antes la sentía arder… y de pronto no hay ya nada. ¿A dónde habrá ido? Porque tampoco está en mi cabeza, que de pronto entiende que por su falta se desvanece… No pienso, no veo, no oigo. Por suerte… sigo sintiendo. ¿A dónde va la sangre… …
Juramento
Todo lo que escriba podrá ser utilizado en mi contra… en mi cama.
Sacarina
Había tirado todas las cucharillas de postre, hacía ya mucho tiempo, a la basura. Luego pensó que podía haberlas entregado a la beneficencia, pero no tuvo ganas de bajar esa noche al contenedor para buscar la bolsa negra entre tantas otras bolsas igual de negras y con peor olor. No necesitaba cucharillas. No buscaba el dulce y él no la …
Cinturón
Mis labios marcaron una lasciva sonrisa mientras te observaba desabrochar los botones de los puños de la camisa, y le dabas varias vueltas para apartar la tela de las muñecas. Acto seguido sacaste el cinturón de sus presillas, con un fuerte tirón que me dejó sin aliento. Me quedé prendada de tus manos al hacerlo, y del gesto con el …
Vasos de cristal
Cuando te has terminado la cuarta copa ya no te acuerdas de por qué te bebiste la primera. La cuarta hace que la cabeza dé vueltas, que te rías de todo, que la vida parezca menos seria. La tercera no tuvo ese efecto, por desgracia. Se la bebió como si temiera que fuera a evaporarse del vaso, con miedo a …
De canción en canción
Recuerdo mi infancia rodeada de una canción, o dos, de Serrat. En verdad fueron todas sus canciones, porque mi madre simplemente lo adoraba. Se declaraba una enamorada de ese hombre, al que yo le veía demasiadas arrugas y bastante poco pelo. Pero allí estaba ella, tarareando sus letras, diciendo que de pequeña tuvo mucha mejor voz de la que tenía …