Contar hasta diez para no pensar en que viste su carita por última vez esta mañana. Por no llorar. Por no irte dejando un reflejo amargo que se quede grabado en el gesto y que después vea cuando te encuentre en el suelo, tirada… Porque sabes que no vivirás para contar hasta veinte. El tiempo se acaba y veinte queda …
Anillo
Tu anillo brillando en el dedo gritándome que lo mancillara. No eras infiel, pero deseabas que te provocara.
Ya
Ya me iba a la cama, pero me quedé con ganas de ti. Ya quería calentar las sábanas, pero sabía que su olor no me dejarían dormir. Ya quería descansar mis huesos, pero me faltaban los tuyos para hacerme gemir… Mi cama es el lugar más inhóspito que conozco… cuando la ocupo sin ti.
Perdiendo sangre
¿A dónde habrá ido a parar la sangre que mi piel no siente calentándola? Antes la sentía arder… y de pronto no hay ya nada. ¿A dónde habrá ido? Porque tampoco está en mi cabeza, que de pronto entiende que por su falta se desvanece… No pienso, no veo, no oigo. Por suerte… sigo sintiendo. ¿A dónde va la sangre… …
Juramento
Todo lo que escriba podrá ser utilizado en mi contra… en mi cama.
¿Dónde andas?
¿Dónde andas? Me has restado la vista, pero huelo tu sudor salado. Me has bajado los párpados, pero te escucho gemir con voz ronca. Me has tapado los ojos, pero siento el calor de tu piel rodeando mi cuerpo. ¿Dónde estás? No te ocultes… No me dejes con las ganas de prenderme de ti. Que mis ojos se llenan cuando …
Patatas quemadas
Se le quemaron las patatas. Era la primera vez que le pasaba. Tenía casi ochenta años, y sus hijos se habían empeñado en regalarle una freidora para su cumpleaños. Le habían dicho que era mucho más segura, que así no tendría que estar pendiente del fuego, y que le vendría bien no tener las manos cerca del aceite hirviendo. Entendía …
Muestras
Hoy ha empezado a ponerse sus muestras. Esas que dan en las perfumerías cuando haces alguna compra, y te meten en la bolsa junto con tu paquete para que peques la próxima vez que te pases por la tienda. Hoy ha abierto la cajita donde las tenía todas guardadas. Le parecieron cientos de ellas, aunque no se puso a contarlas. …
Cajas vacías
Vale. La caja estaba vacía. ¿Y qué? No era tan difícil empezar a llenarla. Había cientos de cosas en aquel despacho donde había pasado casi la totalidad de su vida adulta. Ahora, con mas de sesenta años cumplidos, y demasiadas arrugas en el rostro como para contarlas con la misma facilidad que sus primaveras, tenía que volver a la casa …
Miedo
Arropada con tres capas, ya en la cama, veo una sombra en la puerta de entrada. Pequeña, oscura, del tamaño de una cucaracha, aunque sospecho que ampliada por la luz que desprende la lámpara en la mesilla de noche. Arropada a tres metros de la sombra…tengo miedo. No a que sea, efectivamente, una cucaracha. Sé que no lo es aunque …