Llevaba casi cinco años sin verlo. Alto, apuesto, elegante… Lo recordaba tal y como lo veía ahora, con ese cabello revuelto como si fuera efecto de la brisa que ahora nos acariciaba la piel a ambos. Pero ambos sabíamos que estaba así porque le encantaba pasarse la mano por los cabellos, revolverlos, provocarme con ello. Y a mí me encantaba …
Gime… que te observo.
Gime. Se revuelve en la cama y sigue gimiendo. Me atrevo a pensar que son mis manos las que la tienen en ese estado, aunque supongo que entre tantos vecinos soy el único en el que no ha reparado. Gime y la boca se abre para exhalar un suspiro, y sus dientes blancos se perfilan a la vez que se …
Recuerdo
Y me veo, después de tantos años, pensando en ti… ¿Qué habrás estado haciendo? ¿En cuántas camas habrás retozado? Es ridículo que, pasando la vista por los mensajes de los contactos que andan sepultados tras años sin actividad en mi móvil, encuentre el tuyo y sienta añoranza. Que se dibuje una sonrisa en la comisura de mi boca mirando la …
Tu mirada en el botón
Mi mano suelta otro botón… Y los ojos se deslizan de mis ojos a mi cuello, de mi cuello a la tela de la blusa, y allí pierden todas sus buenas intenciones. Porque los ojos no son santos, y tu mente lo es menos. Allí, donde la tela se transparenta pero no tanto como añoras, tus deseos se pelean por …
El regalo que quiero hacerte
Y van a llegar otra vez las Navidades, y me dices que no necesitas ningún regalo. ¿Nada quieres? ¿Nada te vale? Menos mal que yo… me regalo entera. Soy un regalo. El mejor de todos. El que más ansías y añoras. Lo único que pides… Y lo más caro que puedo entregarte. Porque cada vez que llegas al aeropuerto …
Dejar huella durante la ducha
Que el ímpetu de tu cuerpo me haga perder el equilibro. Que la ducha pierda todo sentido. Que mi mano deje huella al no poder apoyarse en tus carnes. Que tu palma me marque allí donde se posa, mientras las gotas de agua se llevan nuestro gemidos. Que mis dedos no encuentren donde aferrarse… más que en la mampara que …
Rojo en los tacones
Y con total descaro bajaste la mirada de mis ojos al escote, y de allí pensaste que había que continuar con la osadía. Te faltaban los tacones. Tu bolígrafo en la mano un par de segundos antes de que en tu boca se dibujara la más perversa de las sonrisas. Y tus dedos soltando a propósito el bolígrafo, para que …
Confesar un fetiche: Infidelidad
El primer paso para afrontar un problema es reconocer que lo tienes. Yo, que de un tiempo a esta parte tengo la extraña virtud de atraer a personas que me los cuentan, me encontré el otro día con una mujer que se dispuso a hablarme del suyo. Sin pelos en la lengua, y con dos tazas de café entre nosotras, …
Rojo de labios
Se te van los dedos, y los labios. Te contienes y no sabes de qué forma. Se te va la mente siempre a la misma idea. Desdibujar el rojo que cubre mis labios, ya sea con las yemas, dejando marca hacia la barbilla, o con la boca, robándomelo con tu saliva. Se te va el deseo a mancharme el rostro… …
Foie para cenar
Toda la mañana comiendo chocolate. Y no foie… Acababa de abrir mi segunda tableta cuando sonó el teléfono. Era una buena amiga mía, preocupada porque no había dado señales de vida desde el viernes por la noche. Y ya era martes… La despaché rápido, mucho más de lo que merecía tras estar desaparecida cuatro días sin contestar a sus mensajes. …