Hoy, rebuscando entre las cajas que tengo guardadas en tu alcoba, he encontrado ese trozo de esparadrapo donde pintaron tu nombre. No son simplemente un par de letras escritas en rotulador negro para identificar tu cuna. A ti, por ser el único adorno que podrías llevar en muchos días, te dibujaron el nombre más bonito que pudo permitirse la autora …
¿Dónde andas?
¿Dónde andas? Me has restado la vista, pero huelo tu sudor salado. Me has bajado los párpados, pero te escucho gemir con voz ronca. Me has tapado los ojos, pero siento el calor de tu piel rodeando mi cuerpo. ¿Dónde estás? No te ocultes… No me dejes con las ganas de prenderme de ti. Que mis ojos se llenan cuando …
Aeropuerto
Cada paso que dio en sentido opuesto no sólo alejó su cuerpo. Sentí que lo perdía aunque no había un Adiós previo. Simplemente ese tranquilo «hasta luego» que me dejó amargura en la boca; solamente un beso y un «te quiero» que golpeó la boca del estómago. Su espalda de pronto; su cabeza ladeada luego; una mano agitada en lontananza. …
Buscando al príncipe
Era todas las princesas de sus cuentos de hadas, buscando a su príncipe, y no encajaba en ninguna de ellas. Las páginas habían dejado su huella en la piel, pero por más que se había disfrazado con sus palabras al final volvía a ser siempre la misma mujer. Había sido la bella durmiente que fingió dormir cuando su novio vino …
Monstruo en casa
Otra vez su madre había tenido que trabajar en el turno de noche. Otra vez su hermano se había quedado a dormir en casa de un amigo. Otra vez estaba metida en la cama, temblorosa, mirando la puerta por donde se colaba una rendija de luz que ojalá hubiera logrado tranquilizarla. Pero la luz del pasillo no le gustaba. Nada. …
El sol no es amarillo
Siendo pequeña, una tarde le faltó la cera amarilla para colorear el sol. Tenía ante sí una cuartilla doblada en dos, con una casita de tejado a dos aguas y una enorme chimenea coronando la cima de una colina. Hierba verde salpicada de florecillas, algo que parecía un perro cerca del camino que llevaba a la casa, y un charco …
Soy
Soy el papel que recibió sus letras para hacértelas llegar antes de desaparecer. Soy la nota que escribió con mimo, tratando de no demostrar con caligrafía temblorosa lo nervioso que estaba por atreverse al fin. Soy la esperanza depositada en una cuartilla blanca, que con tinta emborronó intentando expresarse bien. Soy las ganas de convertirse en tu amante de un …
La lámpara
Le quité el polvo a la lámpara como quien mata mosquitos con un paño mojado. Con rabia, con fuerza, casi queriendo romperla en cada gesto que le daba. Casi no… En verdad quería romperla. Era de esos regalos horribles que te hacen la boda y que por compromiso no lo pones a la venta en las tiendas de segunda mano. …
Aferrarte la mano.
Tenía los pechos llenos de leche. Salí corriendo del hospital, tras dos noches sin tocar la acera de la calle. Llevaba todo ese tiempo sin dormir, sentada al lado de mi padre, con su mano entrelazada en la mía y la vista clavada en sus ojos cerrados. Me empeñaba en contar sus respiraciones, cada vez con más segundos entre la …
Plantas de tela y plástico
Mi madre se empeñaba en traerme todos los meses una planta de plástico a casa, cada vez que me visitaba. Opinaba que a mí se me morían las de verdad, y que había que sustituir las hojas marchitas y tallos marrones por el verde artificial que elegía para mí en las tiendas de los chinos. Siempre aparecía en la puerta …